martes, 8 de noviembre de 2011

La Media de Dos Hermanas y el coche escoba

Muchas ganas tenía de volver a correr la Media Maratón de mi actual pueblo. Allí me reestrené el año pasado tras 8 años de abandono del atletismo y la disfruté mucho. Así que deseaba correrla para ver mi evolución en estos últimos 365 días. Un año en el que he entrenado mucho y fuerte no sólo corriendo sino nadando y en bici. Pero hay un momento en el que el cuerpo dice ¡BASTA!

Como todos los dias de carrera me levanté tres horas antes para desayunar fuerte. Tenía serias dudas de si podría llegar a correr pues mi cuerpo me había dado una señal de atención el pasado viernes. Fui a entrenar natación a mediodía tras dos días de descanso por lluvia. Los primeros 1.000 m fueron bien, sin problemas ni molestias de ningún tipo. Pero de repente, al impulsarme en una de las vueltas el gemelo de la pierna izquierda decidió subir una planta y quedarse a vivir allí. ¡ayyyy qué dolor!  Me agarré a las corcheas y me deslicé por ellas hasta el borde de la pista. Allí intenté estirar para que aquello volviese a su nivel de altura natural pero no conseguía bajarlo. Me salí del agua y un chaval me ayudó a estirar. Bajó y a los cinco segundos volvió a subir :( Otra vez a estirar hasta que volvió de nuevo a bajar. Como ya muchos sabréis duele mucho, yo hasta ese día no lo había experimentado por mí mismo. Pero el problema es que la molestia no me abandonó por completo, por lo que dejé el entrenamiento y decidi no hacer nada hasta la carrera del domingo.

Así que no tenía muchas esperanzas de poder correr e iba con la intención de si no podía retirarme para no romperme nada. Llegué sobre las 9:20 a la salida para recoger el dorsal, saludar a la gente del Club y calentar un poquito. Sin noticias del gemelo, así que muy bien. Cuando quedaban quince minutos salí a trotar un poco con Javi, muy despacito. El gemelo seguía sin dar señales de vida pero cuando quedaban cinco minutos para la carrera y estabamos terminando el pequeño rodaje me empozó a pinchar un poco el cuadriceps. Algo muy suave y que pensé que con unos estiramientos antes de salir se solucionaría.

Y así fue, mi intención era bajar de 1h35min, es decir bajar de 4min30seg el kilómetro, y los primeros 250m pude correr normal hasta que me empezaron a molestar los dos cuadriceps. Bajé el ritmo a ver si se pasaba el dolor, pero pasaban los metros y éste no cesaba. Me tuve que parar a estirar pensando que con eso se solucionaría, pero al reanudar la marcha ahí seguía la molestia, con lo que volví a pararme a estirar. Y al girarme vi, a unos 200m de distancia las luces de la ambulancia que acompaña al último y me dije, joder!! si estiro mucho me pilla. Así que tras un pequeño estiramiento me puse en marcha despacito. Estuve un par de kilómetros trotando con mucho dolor e intentando estirar los musculos en la zancada y me encontré algo mejor. De hecho llegué a correr un par de kilómetros por debajo de 5min pero el cuerpo me decía que dónde leches iba. Otra vez a estirar, a andar un rato... trotar, estirar, andar... y así estuve hasta que en el km 10 vi un puesto de la Cruz Roja, les dije lo que me pasaba, me echaron Reflex y cuando fueron a revisar los cuadriceps se dieron cuenta que aquello no se solucionaba así que me dijeron que estirase un poco y esperase al coche escoba porque hoy no era mi día.

No tuve que andar mucho porque el "Tren de la escoba" me seguía de cerca. Y en el km 10,2 acabó todo tras una hora de sufrimiento. Creo que hice bien en abandonar, si bien debía haberlo hecho antes. Afortunadamente no me he roto nada, al menos eso me ha dicho el masajista. Lo que me ha pasado es una sobrecarga de caballo en todos y cada uno de los músculos de las piernas. Me ha salido por el cuadriceps pero podía haberlo hecho por cualquier musculito de las piernas.

Ayer fui al masajista y me dio una soberana paliza. Joder cómo duele un masaje fuerte en unas piernas tan cargadas como las mías. El tío estaba alucionado de lo cargado que estaba.

Así que toca parar hasta el jueves que tengo que ver como me encuentro y volver a llamar al masajista para que me vuelva a maltratar. Espero que para la próxima semana pueda estar entrenando normalmente, pero hoy me duelen las piernas de arriba a abajo :(

El cuerpo es sabio y dice cuando hay que parar, y a mí me lo dijo justo el día de la Media Maraton, que ya podía haber esperado un día y habermelo dado en el entrenamiento del día después. digo yo, ¿no?

Pues nada, paciencia, buenos alimentos y que tiemblen en Los Palacios que allí voy a romper el cronómetro.

PD: Una experiencia ir montado en el autobús a 8km/h en la cola del pelotón. La gente que con muchas ganas, fuerza y pundonor corren y luchan por acabar... y lo consiguen!! Mi admiración para todos aquellos que al girarse ven la ambulancia detrás y luchan por llegar a meta (lleguen o no)

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